Estas notas son un breve homenaje a Hans Mommsen (1930–2015), uno de los historiadores alemanes más influyentes del periodo de posguerra. Su participación activa en debates políticos en Alemania destaca por su rigor y honestidad intelectual. El estilo Mommsen demuestra que el historiador puede intervenir en el ámbito público sin caer en una politización instrumental de la historia. A la luz de su ejemplo, cabe revisar cómo se integran las argumentaciones históricas en el debate político. La voz de los intelectuales, lejos de pretender una verdad absoluta, puede ofrecer perspectivas valiosas sin limitarse a un destino único como “Siracusa”.
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